El club dueño del pase de Leandro Gracián, Monterrey de México, le informó a nuestros directivos que sólo nos cederían a dicho jugador, si interviene Neri Cardozo en la negociación o si pagamos los 6.000.000 de dólares por la cláusula de rescisión del contrato.

Hoy en día, ambos requisitos son prácticamente imposibles. El primero, porque Neri no se quiere ir de Boca (pidió que le den 1 millón de dólares para emigrar a México, porque sabían que le iban a decir que no). El segundo, porque la suma de dinero que solicita el Monterrey por la rescisión del contrato de Gracián, no está al alcance de la economía de nuestro club.

A pesar de todas estas trabas, el jugador en cuestión no pierde las esperanzas de llegar a nuestra institución y por eso realizó declaraciones contundentes, para que su actual club baje las pretensiones: "Quiero jugar en el más grande de la Argentina. Estoy luchando para poder ir a Boca".

Por si quedaron dudas, el ex futbolista de Vélez siguió aclarando cuales son sus deseos personales: “Boca es una motivación por sí solo. De eso no hay dudas. Los dirigentes de acá tienen que entender eso. No es lo mismo Boca que Monterrey”.

Para cerrar el tema, Gracián expresó que para él todavía no está dicha la última palabra: “Hoy sigo esperanzado. Tengo la ilusión de que se haga el pase. Si bien los dirigentes de Monterrey informaron que la transferencia está caída, yo todavía no lo descarto”.