Con dos goles de Jesús Dátolo, la gran figura de la cancha, derrotamos en Mar del Plata a nuestro hijo River 2-1, pero de una manera totalmente humillante, ya que arrancamos perdiendo y con un hombre menos se lo dimos vuelta.

Si no fuera porque nosotros tenemos la azul y oro y ellos la roja y blanca, este cotejo probablemente no lo hubiéramos ganado.

Cuando parecía que teníamos el dominio absoluto del pleito, Sebastián Battaglia cometió una fuerte infracción a los 30’ del primer tiempo que le valió la roja y para mal de males, ese tiro libre derivó en el 1-0 de los de Núñez.

El panorama parecía negro, pero por suerte no nos desordenamos y gracias a eso conseguimos el 1-1 por intermedio de Dátolo, cuando faltaban cinco minutos para irnos al descanso.

En el complemento, a pesar de tener inferioridad numérica, seguimos controlando a nuestro rival, lo único que nos faltaba era llegar con algo más de peligro.

La justicia en el marcador se produjo a ocho del final, cuando Dátolo anotó desde los doce pasos, un claro penal que le habían hecho a Ricardo Noir.

El 2-1 trajo delirio en la multitud Xeneize que llegó en mucho más número que los Millonarios, de más está decir, que en las tribunas volvimos a ganar por goleada.

Este triunfo nos posicionó, junto a Independiente, en la cima del Pentagonal de Verano, pero vale aclarar que el Rojo tiene un partido más que nosotros. De esta manera, empatando el martes frente a Racing nos adjudicaremos dicho torneo.

Volviendo a River, para la revancha del 1º de febrero en Mendoza, Carlos Ischia está evaluando jugar con ocho jugadores para que el duelo sea algo peleado.

Por si alguno tiene poca memoria, les recordamos que en el último clásico oficial que se disputó en Núñez, nos llevamos el triunfo 1-0 con un jugador menos por la expulsión de Hugo Ibarra.

Ya no hay mucho más para decir, da lástima cargarlo a nuestro eterno rival, sería bueno que empecemos a buscar un nuevo clásico porque este ya está totalmente devaluado…