domingo, octubre 08, 2006

Regalo de papá: Para que nuestro hijo se motive un poco, lo dejamos ganar 3-1, pero igualmente su papito sigue solo en la punta

Como somos una máquina de ganar y de festejar campeonatos, tuvimos piedad con nuestro hijo predilecto y por tal motivo lo autorizamos a que nos venza 3-1, pero le dejamos en claro que va a tener que seguir viendo a su papá desde abajo, porque continuamos como únicos punteros del campeonato.

Tranquilos hinchas Xeneizes, no debemos ser egoístas, pensemos en que a fin de año nosotros vamos a volver al obelisco y River “Juniors” va estar llorando por lo rincones con el resto de los anti-Boca.

Hoy no habrá ni comentario del partido ni la síntesis del mismo, el que quiere ver eso, que prenda la TV o que vaya a comprar el diario.

De lo que sí vamos a hablar, es del claro triunfo que tuvimos en las tribunas. Si tenemos que hablar del colorido, realmente los aplastamos. Nosotros llevamos innumerables banderas, de todos los gustos y diseños: de palos, tirantes y telones.

Además de que rebalsamos el sector visitante (hubo que habilitar un nuevo lugar por la superpoblación de simpatizantes Xeneizes), el aliento de nuestros hinchas fue constante a pesar del resultado, mientras que los locales se despertaron con el 3-1 y con la expulsión de Silvestre que terminó sentenciando el pleito.

Como dice el refrán: “Un tropezón no es caída”. Los bosteros sabemos que nos agrandamos en las difíciles y ahora que muchos nos van a dar por muertos, vamos a demostrar porque somos el equipo más grande del mundo.

Hijo querido, festejá ahora que a fin de año hablamos…