
Lo llamativo de la venta en Casa Amarilla de ayer fue la pésima organización, no se puede entender que cuando se inició el expendido de localidades (12 hs), NO HABÍA NI UN SOLO POLICÍA. Ante esto, la gente se empezó a colar y a pasarse los carnets entre el vallado, lo que produjo impotencia y malestar en aquellos que estaban haciendo correctamente la fila desde muy temprano.
Dos horas más tarde del caos, aparecieron los uniformados para tratar de poner orden. Sí, leyó bien, tardaron ese tiempo en darse cuenta que se necesitaba presencia policial para organizar la cola.
Lamentablemente esto parece una historia de nunca acabar, se sabía de ante mano que iba a ir mucha gente a sacar entradas e increíblemente nadie previó esto. Ojalá que la próxima vez se tomen los recaudos necesarios para que no vuelva a suceder, aunque parece algo muy poco probable.
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