
El problema es que en Alemania y en otros tantos países, a los colombianos les exigen una visa especial para ingresar, la cual nunca fue tramitada ni por Boca ni por el volante. Por ende, el jugador debió aguardar una enorme cantidad de horas en un salón vip, mientras sus compañeros se entrenaban de cara al encuentro de mañana ante el Tottenham inglés.
Parece que ni Vargas ni los directivos aprenden la lección, ya que hace muy poquito el colombiano vivió algo muy parecido cuando quedó varado tras intentar viajar de Estados Unidos a México, para sumarse al equipo que se iba a enfrentar contra las Chivas, por los 4º de final de la Copa Libertadores pasada.
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