Luego de muchas idas y vueltas, lamentablemente se confirmó que Gonzalo Fierro no podrá jugar para nuestro equipo, debido a que los dirigentes del Club no aceptaron ninguna póliza de seguro que cubriera un posible problema en la operación por desprendimiento de retina que se realizó el jugador en el 2005.

De esta manera, Claudio Borghi se quedó sin uno de sus carrileros preferidos, justo cuando prácticamente quedó cerrado el pase de Luciano Monzón al Udinese de Italia.

Ni bien se enteró de la mala noticia, el chileno dio su parecer al respecto: “Me da una pena enorme porque tenía ganas de demostrar por qué Borghi y la gente de Boca se fijó en mí. Estoy triste, porque no hay ningún problema como para que yo no pueda estar en Boca. Les dije que yo me hacía responsable si me pasaba algo en el ojo. No les iba a ser juicio, pero la gente de Boca no lo entendió así. He dejado de entrenar para hacer todos los exámenes que Boca me pidió y me deja muy triste que esto no se haya concretado. Pero esto no se acaba acá y debo volver a Flamengo para ver qué pasa allá. Corro un riesgo en seguir jugando, pero lo voy a seguir haciendo. Quiero seguir mi carrera por mucho tiempo más”.